Esta piscina con vivienda diseñada por el estudio de arquitectura Atenas Kois Associated Architects en la isla griega de Kois realizada en 2013, sitúa en la cubierta la piscina logrando así una integración con el mar Egeo ya que toda la parte residencial, en total 198 metros cuadrados, se camuflan en la planta inferior. Además de ello, el agua parece penetrar en el interior de la isla con esta construcción que refleja en los días calurosos el sol resplandeciente y en las maravillosas noches la imponente luna. Todo una delicia en un terreno rocoso donde la dificultad para llegar a esta vivienda es similar a la vida privada residencial que solo se muestra esta lámina de agua mientras que sus dependencias se encuentran cerradas a la vista de los más curiosos y abiertas a una vista panorámica estupenda.
El acceso se realiza a través de un trayecto escalonado donde la propia piscina-cubierta logra enmarcar el paisaje al visitante. En su interior, lugar privado de la construcción, nos encontramos a su vez ciertos grados de privacidad ya que la zona más expuesta será el estar donde los límites no existen y la participación con el paisaje es total excepto por dos zonas estructurales de pilares, no muros, que logran desaparecer el peso a lo que están expuestos.
Las habitaciones, cocina y baños, aunque se desarrollan de forma longitudinal, sus aberturas se abren hacía el panorama. El protagonismo de la piscina en la vivienda hace que las dependencias más privadas obtengan una altura libre menor que en la zona social como muestra la sección. Además, la mencionada piscina no es solo una piscina sino también una lámina de agua, esto es, la zona más próxima al voladizo tiene unos pocos centímetros de agua por tanto el acercamiento a esta zona no es tan inmediata conllevando que desde el mar, la visión que tendrán los visitantes-marineros no será tan clara ya que la zona con mayor profundidad se encuentra en la parte interna.
Una piscina de por sí es un elemento pesado visualmente y más en un voladizo: esta pesantez se resuelve con la disminución del espesor en el voladizo en la parte más externa en todos los lados dando la sensación de solo asentarse en el terreno y no nacer en el lugar, además que el uso de esta lámina de agua crea la sensación de inmensa piscina. Piscina que parece ser la creadora de los espacios residenciales y no al revés, sin piscina probablemente no hubiera existo el proyecto en sí.
Además de su respeto por el paisaje circunstante la construcción tiene presente la elección de materiales, todos ellos locales, para lograr una participación más cercana con la tradición local.
Una construcción sencilla en su concepción y mimética en su relación con el paisaje que crea un lenguaje hasta ahora no aplicado; estamos acostumbrados a construcciones cerradas para el visitante pero siempre visibles debido a sus dimensiones y su tratamiento con el mar, es único; es lo más hermoso del lugar, con un agua transparente y nítida, convierten a esta vivienda en un ejemplo de buena arquitectura.
