Muchas veces nos encontramos con espacios complicados a los que se les puede sacar provecho pero desconocemos como hacerlo. Para ello debemos conocer ciertos principios básicos en la decoración de interiores que nos ayuden a crear un lugar acorde a las exigencias del usuario. Existen una serie de pasos que describiremos a continuación que nos harán la tarea más fácil a la hora de conseguir nuestros objetivos:
- Investigación: tanto de nuevos materiales y metodologías así como del lugar donde realizaremos el proyecto. Investigar el lugar, observar, cuestionar, comunicar ideas, comprender bien el entorno,... es fundamental en nuestro primer acercamiento a la obra. Dejar de ver el lugar como un entorno cotidiano de vida y controlarlo desde la perspectiva de las ideas del proyecto. Personalidades, gustos, colores favoritos, detalles,.. todo deberá anotarse y documentarse para ofrecer de manera más detallada la elaboración del proyecto de decoración.
- Realización de bocetos: en nuestro cuaderno anotaremos nuestras ideas, procesos mentales, referencias e incluir nuestras primeras posibilidades que inspira el lugar. Realiza collages en forma de experimentación a la hora de decidir texturas y colores. La combinación previa a través de este facilísimo recurso puede ser la clave del éxito.
- Análisis del espacio: siempre llevando en mano el cuaderno de bocetos nos adentramos en el análisis del lugar a transformar. Una tarea sencilla es la de catalogar el espacio con cinco adjetivos que lo definan tanto negativamente como positivamente para tenerlas en cuenta durante la redacción del proyecto y evitar en el nuevo aquellas que no nos interesan. La ayuda de imágenes que nos sugieran estos adjetivos serán una referencia perfecta para comenzar así como las ideas que desde inicio se presentaron ante nosotros. Se debe conocer cuándo y cómo usar el espacio. Dimensiones, distribución, luz a largo del día,.... Nos ayudaran las siguientes preguntas a conocer mejor nuestro entorno: Es grande o pequeño? su forma es cuadrada, rectangular o irregular? demasiada pared libre o muy ocupada? encaja la estancia con el espacio contiguo? cerrado o abierto y diáfano? cómo afecta la luz natural a lo largo del día? oscuro o exceso de luz natural?
- El color: el color tiene efectos psicológicos sobre cada persona y puede definir nuestro estado de animo. Somos diferentes y cada color puede crear consecuencias diversas dependiendo de la personalidad de cada uno. Por ejemplo: el rojo puede ser contraproducente para aquellas personas que traten de relajarse, desconectar del día o les cuestan conciliar el sueño debido a su asimilación a una actividad y energía elevadas. Incluso cada país tiene su propia interpretación de acuerdo a las costumbres y tradiciones. Los colores que identifican México son diferentes, vivos y llamativos si los comparamos con Portugal donde la gama de colores casi se limita a los blancos. Las tendencias y la moda también tendrán la repercusión importante en las decisiones adoptadas. El color se relaciona a la luz y esta es muy diferente en cada lugar del mundo o incluso diferente según sea el espacio que lo rodea. Otro aspecto que influye notablemente en los colores es la comida. Si te encantan las carnes y estofados tendrás una inclinación a los tonos anaranjados, marrones y verdes. Si devoras las frutas lo tuyo son los colores primarios vivos. Además de ello debemos tener presente la terminología de los colores y sus variantes que nos evocaran diferentes emociones y sensaciones nuevas. El rojo puede transmitir energía, pasión, diversión o intensidad según las ocasiones. El verde envidia, rechazo o asimilarlo a algo defectuoso, imperfecto. El azul, en muchos casos, pureza, nobleza, sosiego y certeza. Al fin y al cabo se trata de que el interiorismo busque emociones positivas. No pienses solo los colores adecuados para un espacio sino también donde los vas a colocar.
- Estudio: a pesar de las buenas intenciones nuestro éxito o fracaso dependerá fundamentalmente del estudio y el grado de implicación que tengas en nuestra materia así como de la sensibilidad que vayamos adquiriendo con el paso del tiempo. Cada persona evoluciona en función de su carácter, gusto o aversiones y el proyecto será fiel reflejo de la persona que lo elaboro en colaboración con la persona que va a disfrutarlo.
- Problemas habituales: la falta de luz natural en un espacio se puede suplir de dos formas. Maximizando el espacio con la utilización del blanco, el amarillo, colores pálidos, plateado o rosado para que la luz rebote o seguir la tendencia de la habitación y convertirlo en un acogedor refugio con la utilización de rojos, morados intensos o marrones chocolate. Si lo acompañamos de velas, moqueta o alfombra e iluminación dorada y cálida reforzamos este efecto. Si el problema es un exceso de luz lo ideal es rebajarla un poco evitando siempre el blanco y optar por colores oscuros que absorban la luz. Un azul o un verde puede crear un espacio más frío contrarrestado con la luz natural. Si disponemos de un espacio pequeño la idea fundamental es el uso de colores claros, casi blancos. Los techos blancos harán que parezcan más altos y la madera clara en suelos contribuirán a la diafanidad del espacio. Si la estancia es lo contrario, sobre dimensionada y sin sentido de confort e intimista, se tiende a crear lugares más recogidos o minizonas con colores morados, naranjas, rojos, marrones o amarillos. Si la habitación es de forma irregular o al menos en uno de sus lados no se trata de destacar esas irregularidades sino englobarlas en una por eso utiliza un tono neutro para las paredes y los mueble que sean los que tiendan a llevar el color. Si tiene una forma en "L" utiliza el mismo color en toda la habitación.
- Simulacros: realiza diferentes combinaciones probando las inquietudes que tienes a través de la realización de bocetos, collages y si fuese el caso en la propia obra.
